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    La impresionante sorpresa en las elecciones presidenciales en Guatemala. César Bernardo Arévalo de León nuevo presidente del país centroamericano

    El creciente deterioro democrático había incluido la persecución de jueces, activistas y periodistas en el país.

    La tremenda sorpresa en en las elecciones presidenciales en Guatemala: el luchador contra la corrupción en ese país centroamericano ha sido el ganador en esta contienda electoral, próximo presidente. Bernardo Arévalo del Movimiento Semilla obtuvo el 58,6% de votos frente al 36,8% de su rival la ex primera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

    César Bernardo Arévalo de León (Montevideo, 7 de octubre de 1958) es un político progresista, diplomático, sociólogo y escritor guatemalteco, presidente electo de la República de Guatemala. Se desempeña como diputado en el Congreso de Guatemala desde enero de 2020 por el partido político Movimiento Semilla.

    El 22 de enero de 2023, se anunció que Arévalo se postularía como candidato presidencial por el Movimiento Semilla, junto a la química bióloga Karin Herrera como candidata a la vicepresidencia. Su campaña presidencial se enfocó en temas clave como la lucha contra la corrupción y la inseguridad, la creación de empleo y la promoción de políticas para enfrentar el cambio climático. El plan de gobierno incluye las denominadas «diez semillas para recuperar el futuro» con reformas para mejorar la educación e infraestructura en educación, salud y cultura; el fortalecimiento de las instituciones para mejorar la seguridad social de los guatemaltecos; la lucha contra la desnutrición, el apoyo al sector agrícola o programas para emprendedores, entre otras.

    El creciente deterioro democrático había incluido en los últimos tiempos la persecución de jueces, activistas y periodistas, y dejó instalada la percepción de unas elecciones de mero trámite en que se iba a votar por el menor de los males. Las candidaturas con más visibilidad, tras una campaña marcada por las inhabilitaciones y las críticas a las autoridades electorales, se situaban en el espectro ideológico de la derecha y apuntaban al continuismo. Los electores, sin embargo, lanzaron un mensaje de rechazo del sistema de partidos tradicionales. El hartazgo quedó registrado en las urnas, donde la opción favorita fue el rechazo global desde la participación en las elecciones: el voto nulo alcanzó más del 17%, mientras que casi un 7% dejó en blanco la papeleta. Juntos suman casi el 25% del electorado.

    Bernardo Arévalo, obtuvo el 21,5% más de los votos que su rival la ex primera dama Sandra Torres. A dos horas de cerrarse los centros de votación y con el 98,3% de las actas procesadas, el diputado y diplomático, luchador incansable contra la corrupción fue el gran ganador en esta contienda electoral,

    Arévalo obtuvo esta gran diferencia simple y llanamente porque los Guatemaltecos están cansados de tanta persecución política, corrupción, clientelismo político y deterioro democrático de las instituciones del estado.

    Con la victoria de Arévalo se consolida la sorpresa en las elecciones guatemaltecas que comenzó en la primera vuelta del 25 de junio en la que el candidato del Movimiento Semilla quedó inesperadamente en una segunda posición pese a que no aparecía en ninguna quiniela electoral. El surgimiento de este partido anti-sistema nacido al calor las protestas anticorrupción de 2015 y que desafía las formas tradicionales de hacer política ha ilusionado a la mayoría de los votantes guatemaltecos, muchos de los cuales tenían este domingo la sensación de estar participando en una elección histórica, que puede poner freno al auge del autoritarismo que ha visto el país en los últimos años.

    Este político progresista gana las elecciones en Guatemala con un amplio margen de diferencia con respecto a su rival mar cercano. El sociólogo y diplomático, del Movimiento Semilla es integrante de un partido político nuevo lo que ha generado en la población esperanza e ilusión. Al nuevo presidente de los guatemaltecos le toca una tarea muy difícil para recomponer el país. Uno de los grandes males es la corrupción sistemática institucionalizada que afecta a todo el país.

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