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    El Senador colombiano Rodolfo Hernández, tiene su partido como una empresa más de su propiedad

    Rodolfo Hernández, senador de la República de Colombia tiene su partido como una empresa más de su propiedad. Un dilema de petulancia, política, dinero y poder.

    El excandidato a la presidencia de Colombia, empresario y hoy senador de la República, ingeniero, Rodolfo Hernández, agrega en su hoja de vida una empresa nueva.

    Este líder de la derecha colombiana se ve envuelto en otro escándalo que salpica su propia vida pública y la de su propio partido, un dilema de petulancia, política, dinero y poder.

    Según video que circula por las redes sociales y en muchos medios de comunicación de Colombia, Rodolfo Hernández, discute por el cobro que le hace a la representante a la cámara, Marelen Castillo, por ser lanzada según él por su partido, como formula presidencial de Colombia en las pasadas elecciones presidenciales.

    Marelen Castillo, una educadora con amplia trayectoria en instituciones. A ella la escogió cumpliendo lo que había señalado: que fuera mujer, menor de 50 años, que no fuera política, y que no tuviera ningún interés electorero. Se desempeñaba como vicerrectora académica de la Universidad Minuto de Dios en Bogotá.

    «Este sinvergüenza codicioso», según manifiestan miles de personas es un personaje avaro poco dispuesto a facilitar la tolerancia, gastar dinero en campañas electorales y encima a perderlas no es de su recibo e incluso prima por lo general su negocio antes de cualquier cosa. Su avaricia es exagerada hasta el punto que este personaje adinerado y codicioso puede vivir pendiente de la miseria de otros sin inmutarse.

    «No entiendo ni comprendo que les pasó a los 10 millones de personas que votaron por este señor. Les anestesio
    la vejez, la ignorancia, el machismo y la vulgaridad agresiva y apasionada de este personaje» agregaron. Pero lo más corrompido de todo eso es que tenía la política como su negocio, el arte de servir en la política ni por asomo se le veía, al contrario, sólo quería montar otra empresa que le fuera rentable, su propio partido político a costa de los incautos y de los ingenuos que confiaron en él» añadieron con desprecio

    La falta de sensibilidad de estos personajes poco ayuda al interés general y al Estado, ya metidos en esta máquina de hacer dinero para nada le interesa los ciudadanos que le han votado. Estos partidos políticos reciben subvenciones millonarias del Estado que finalmente en muchas ocasiones ese dinero desaparece. En este contexto actual adquieren una relevancia especial las medidas de carácter económico y financiero que buscan recuperarse o mitigar el gasto de sus campañas políticas y crear supuestamente un fondo solidario, que pueda tener un impacto en la actividad de las gestoras de fondos para ayudar en sus campañas, pero es todo lo contrario, porque a ellos las grandes élites capitalistas los financian, sobre todo, a la derecha y a la extrema derecha, entonces, esa subvención del Estado se esfuma como el viento.

    «Este señor Hernández utilizó el nombre de muchas personas de los que trabajaron con él entre ellas, Marelen Castillo, porque este personaje estaba acabado por sus manipulaciones, mentiras, corrupción, altanería, vulgaridad, machismo, ignorancia, arrogancia y por su petulancia. Así que los beneficios políticos que este señor ha tenido se los debe a estas personas. Consideramos rotundamente según el sentido común que es de cochino y sinvergüenza cobrarle por ayudarle» dijeron muchos gesticulando con rabia.

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