La represión estatal en contra de quienes protestan solo está profundizando la crisis en Perú.
En los últimos dos meses, Perú se ha convertido en un campo de batalla. Lo que podríamos decir una guerra civil disimulada ante los ojos de organismos internacionales como la OEA y la ONU que guardan silencio. Éstos últimos con los ojos cerrados y con los oídos tapados ante un conflicto que ha dejado más de 70 muertos.
Desde que comenzaron las marchas el 7 de diciembre, con el Golpe de Estado cívico militar-judicial al presidente legítimo, Pedro Castillo Terrones, y la nombrada presidenta de facto, Dina Boluarte, proclamada por el censurado Congreso dictatorial golpista del Perú, han resultado heridos 1.260 civiles y 230 policías de las fuerza pública del país, según datos recogidos por organismos no gubernamentales que están muy atentos en las calles del Perú.
Más del 82% de los peruanos han perdido todo tipo de credibilidad y rechazan con contundencia a la presidenta de facto, Dina Boluarte, al Congreso dictatorial golpista, al poder judicial y a la gran mayoría de los medios de comunicación del país.
Cabe resaltar una necesaria reflexión en torno a temas fundamentales para la vigencia de los derechos humanos y el fortalecimiento del Estado de derecho en el Perú. A lo largo de sus dos meses de funcionamiento del gobierno golpista, constituido tras el derrocamiento del presidente legítimo, Pedro Castillo, elegido en unas elecciones democráticas por su pueblo hace más de año y medio, el pais es un real desastre y un verdadero caos.
¡Es Indignante! No sé si lo podemos definir así, pero el pueblo peruano necesita ayuda urgente. La Misión Internacional De DD.HH, hunde al gobierno golpista de Dina Boluarte, este organismo manifiesta contundentemente lo siguiente: «Perú ha cometido crimenes de Lesa Humanidad»
“La represión estatal en contra de quienes protestan solo está profundizando la crisis en Perú. Las autoridades deben poner fin al uso excesivo de la fuerza contra manifestaciones y garantizar el derecho a la protesta pacífica, usando los medios legales y proporcionales necesarios para restablecer la seguridad ciudadana. Son las palabras de los defensores de Derechos Humanos de la Misión Internacional DD.HH.
Una de las principales preocupaciones según el seguimiento y las recomendaciones de la mayoría de los países de su entorno es el cese de la violencia de la fuerza pública, contra los manifestantes y la convocatoria inmediata de nuevas elecciones democráticas en ese país andino. La reconciliación es considerada urgente y necesaria, no solo por la envergadura de la tragedia del pueblo peruano y la trascendencia que ésto implica a los responsables por crímenes de lesa humanidad, que esta cometiendo el gobierno de facto con su pueblo, lo que ha generado una rápida investigación y rechazo generalizado internacional, por considerar que se está cometiendo un genocidio en ese pais andino. Esta situación constituye un verdadero y muy grave e importante delito contra los seres humanos en esa region suramericana.
Una convocatoria inmediata de nuevas elecciones puede ayudar a construir entre todos una nación reconciliada. Una democracia moderada poco defectuosa, hasta que se construya verdaderamente una democracia plena. Entre los diversos temas dentro de una normalidad que aborde un especial interés, que es el de las condiciones en las que se desarrollan los procesos judiciales por violaciones de los derechos humanos. Sin perjuicio de los esfuerzos de supervisión desplegados por los organismos defensores de los Derechos Humanos como la Misión Internacional DDHH.
Un trabajo que debe ser realizado por los abogados vinculados a organismos de derechos humanos no vinculados a la OEA.
La mayoría del pueblo peruano y en toda América Latina no confía en la OEA, la CIDH ha perdido todo tipo credibilidad, aunque es el órgano principal y según ellos autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) encargado de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano, pero que en los últimos años se ha ido desprestigiando debido a su secretario general, Luis Almagro, inclinado más al neoliberalismo norteamericano que al pueblo Latino Americano. Una posición más derechista sesgada y parcial, que discrimina a gobiernos progresistas de la región de ese continente.
América Latina necesita un organismo de Derechos Humanos dentro de la Celac, para que de una vez por todas se castigue el crimen para contribuir con efectividad y rapidez, desde una mirada académica y de formación de capacidades, a que los procesos judiciales en marcha se realicen en consonancia con los estándares más altos en materia de derechos humanos. Construyendo justicia: verdad, reconciliación y procesamiento de violaciones de derechos humanos.
Este organismo debe abordar temas actuales que parecen problemáticos en el continente y en especial para los operadores jurídicos con respecto al asesinato de los que se manifiestan contra cualquier gobierno en la región. En este primer volumen de esta serie se trata el tema de los crímenes de lesa humanidad y su aplicación en el Perú. Que nos parece un asunto importante por la falta de tipificación como delito en el ordenamiento interno y por otro lado por la referencia permanente a los crímenes de lesa humanidad. La evolución histórica tiene relevancia para entender la aparición de que este tipo de delitos y además para comprender la argumentación de muchos tribunales de que los crímenes de lesa humanidad forman parte del derecho consuetudinario y por lo tanto pueden ser aplicados directamente sin romper el principio de legalidad. Una idea tentadora que desde nuestro modo de ver no es la correcta. Estos crimenes se deben juzgar desde el ámbito internacional con condenas duras por las consecuencias que este crimen conlleva.
Que no se les olvide a los responsables intelectuales criminales y a los que han disparado a su pueblo, que estos asesinatos no quedarán en la impunidad, porque lo presente constituye un análisis sobre el carácter de imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad. Lo que significa una característica predicable de aquellas infracciones penales que no prescriben nunca, de manera que su persecución y castigo no están sometidos a plazo alguno.
Después de explicar con claridad este grave delito cometido en el Perú es importante recordar lo juzgado. En los últimos 30 años se ha venido produciendo una violación sistemática de los derechos humanos denominados de primera generación o de lesa humanidad, de hechos ocurridos en el mundo y en el continente suramericano, como consecuencia de la guerra interna fratricida que ha desangrado a pueblos de la región. Pero esta problemática criminal no es un tema aislado, limitado a la realidad del pueblo peruano, sino que comprende a todo el orbe, como se aprecia en los innumerables procesos penales seguidos actualmente por la comisión de crímenes de esta naturaleza, los mismos que fueron cometidos en Sudamérica en las décadas de los ochenta y noventa del siglo que pasó. Parte importante de este análisis es verificar con firmeza la veracidad y la realidad de lo que está pasando en ese país suramericano.