Se ha hablado tanto y mucho de Pablo Iglesias Turrión, Juan Carlos Monedero o de otros de Unidas Podemos, que no sé si vale la pena hablar de ellos. Lo que sí vale la pena y mucho es hablar de su honestidad como personas y como políticos.
Pablo Iglesias Turrión es un politólogo, presentador de televisión y expolítico español. Fue vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España entre 2020 y 2021. Fue secretario general del partido Podemos desde 2014 hasta el 5 de mayo de 2021. Un hombre decente de buenos principios ideológicos, que propicia siempre la participación en el respeto por los derechos y deberes fundamentales dentro de los principios democráticos de convivencia, que estimula siempre los valores y actitudes de pluralidad, que alimenta la mejora de la integridad en las personas.
Juan Carlos Monedero
Fernández Gala es un politólogo, político y profesor español, exsecretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos. Tan decente como Pablo Iglesias. Un hombre lleno de responsabilidad que utiliza correctamente espacios democráticos. Con habitos de enseñanza de fácil aprendizaje, que favorece el desarrollo personal y social de sus seguidores. Ese lenguaje claro, sencillo y preciso, que hace que la igualdad, la tolerancia, el respeto y la democracia sea el intercambio a identificar.
No es fácil ignorar ciertas cosas, ciertas personas, ciertas situaciones, parece que la probada honradez y honestidad de estas personas no cabe en los corruptos. Se pueden cometer muchos errores como político y como persona, pero entre ellos ni por asomo el parecerse a quienes han robado a manos llenas este pais.
Ahora bien, la suciedad que les ha caído encima por obra y gracia del periodismo basura no es gratuita, Unidas Podemos ha pagado un precio muy alto, hasta el punto de ver mermadas las esperanzas de gobernar con más soltura este pais. Todo este lodazal en que se ha convertido el periodismo patrio es un atentado contra la democracia y contra los valores democráticos de un estado de derecho de un pais. Lo más triste de todo ésto es que el gobierno no abra inmediatamente una investigación exhaustiva urgente e imprescindible sobre el ejercicio de esta profesión, que parece dar la impresión de ser algo interesante para ellos.
Estos últimos años han sido crueles para la formación morada. Hemos visto claramente de manera constante una carnicería impresionante contra ellos, bulos, amezas, acosos, insultos verbales y escritos, denuncias falsas, persecuciones judiciales intencionadas y una maquiavelica intención dolosa, mediática de tertulianos, periodistas, gente de a pie y otros, que respiran odio, desprecio y discriminación contra ellos, no fácil de solventar ni de soportar, pero hay un efecto positivo en toda esta cuestion, en mi opinión, el señalamiento y el destape del terrorismo periodístico en un momento clave que es importantisimo para la democracia de nuestro pais. Una mafia cada vez más en decadencia gracias al rigor, veracidad, honestidad e imparcialidad periodística de muchos medios digitales, tales como Dario Público, LUH!, etc, etc. Y de muchos otros periodistas que si hacen un verdadero periodismo y a ventanas abiertas digitales serias y responsables, como el podcast ‘La Base’ de Pablo Iglesias que supera una gran acogida de la audiencia o «En la Frontera-Público TV», de Juan Carlos Monedero, entre otros.
No podemos permitirnos confiar o dejarnos llevar por medios de comunicación ya señalados, que tienen el periodismo como una industria de hacer dinero. Sabemos que ellos ventajosamente tienen mucho poder gracias a las élites capitalistas, políticos y a los corruptos, pero la sociedad manda y transforma al más poderoso o al más fuerte. Somos nosotros los que eligimos que queremos leer o que queremos ver.