No estamos aquí para para apoyar, defender, perjudicar o criticar algún partido político en concreto. Este es un espacio donde se valora enormente los derechos civiles y politicos como garantia de las Libertades fundamentales de las personas. Como también la defensa de la participación activa en la vida política y social de los ciudadanos. Nuestro compromiso nos implica seguir en esa línea de independencia e imparcialidad que nos caracteriza. No en la exageración o en la manipulación que resquebraja la información real y precisa a diario, sino en la honestidad, el rigor y la verdad.
Somos conscientes del vertiginoso cambio de la información como industria o como máquinaria de hacer dinero, pero también del perjuicio que ésto implica en una sociedad en crecimiento. La mala información nos obliga a la inmediatez informativa que ha supuesto un nuevo reto para muchos en este pais. Al tiempo que se desmiente con rapidez para que no condicione el ejercicio de la buena información.
La parlamentaria por el partido socialista y presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet Lamaña, ha estado en el ojo del huracan desde comienzo de la legislatura. Su criterio conservador la a llevado a tener actitudes polémicas poco ajustada al reglamento del Congreso, pero si a la monarquía y a las decisiones dudosas del Tribunal Supremo de España.
Lo más relevante y delicado de la presidenta del Congreso es lo de Alberto Rodríguez, ex-diputado de Unidas Podemos que la ha dejado no en muy buen lugar, por llevar a cabo otra interpretación de la ley, apuntando a la mera suspensión de los derechos como diputado. Una retirada de su escaño no ajustada a derecho. Una determinación muy dudosa por sacarle del hemiciclo, lo que punta a una vulneración de un derecho fundamental reconocido en el artículo 23.2 de la Constitución Española. Según han explicado algunos expertos constitucionalistas en relación con el artículo 23.1, a permanecer en un cargo público representativo y no ser removido de él si no es por las causas y de acuerdo con los procedimientos legalmente establecidos. Ésto ha sido el colmo que ha llenado el vaso a los ciudadanos que con su voto han elegido al parlamentario suspendido.
Otra situación con la que se encuentra Maritxell Batet en el Congreso de los Diputados es la exigencia por su actitud negligente, para adaptar el escaño del parlamentario de Unidas Podemos Pablo Echenique dos años y medio después del comienzo de la legislatura. El portavoz de la formación morada califica la situación de «inaceptable» y pide por carta a Batet que retome ya el proyecto de reforma del hemiciclo para poder intervenir desde su escaño. Lo que significa la urgente necesidad porque la discapacidad es una cuestión de desarrollo y no casi siempre tiene vínculo bidireccional con la pobreza, sino con los obstáculos para desarrollar su trabajo y con la falta de oportunidades para ejercitarlo.