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    Incendio en Arafo y Candelaria en Tenerife es una tragedia y está fuera de control, ya ha afectado 1.800 hectáreas

    Rosa Dávila presidenta del Cabildo de Tenerife. El incendio ha evolucionado como habíamos previsto, y está fuera de la capacidad de extinción.

    Lo que esta pasando en Arafo, Candelaria y en los pueblos aledaños en Tenerife nos hace recordar esta hermosa frase popular «Cuando el monte se quema, algo suyo se quema»… y la canción de Serrat de «Todos contra el fuego».

    El incendio de Arafo está fuera de control y afecta ya a 1.800 hectáreas en Tenerife. “Es una tragedia”. Así de contundentes se mostraron los vecinos de Arafo y de Candelaria que han tenido que ser algunos de ellos evacuados por el incendio forestal en esa parte de la isla tinerfeña. Muchisimas personas han tenido que abandonar este miércoles su lugar de residencia entre la resignación, “para evitar problemas”, el temor “por lo que pueda ocurrir” y la rabia contenida “porque el incendio está descontrolado y el desespero cada vez es mayor. La tristeza embarga a todos los habitantes de la isla y abogan para que este incendio lo extingan.

    Cuando un bosque se quema, algo tuyo se quema, 1.800 hectáreas quemadas son muchas hectáreas. Cuando algo se quema, la tristeza me invade, pero si es en Tenerife o en cualquier sitio de la naturaleza del planeta. La angustia se apodera de muchísima gente que ama los montes y protege los bosques. Cuando se ama el campo y pasan estas tragedias sientes un dolor muy grande.

    El fuego se inició pasadas las 23.30 horas en los montes de Arafo con varios focos y pronto alcanzó la zona alta de Candelaria, lo que obligó al desalojo de varios núcleos poblacionales de estos dos municipios del sur de la isla.

    Se trata, según han explicado desde el Gobierno de Canarias, de núcleos de población diseminados y de segundas residencias por lo que la mayoría de los residentes no han utilizado los dos albergues que se han dispuesto en Arafo y en Candelaria para su atención.

    Ahora mismo en medio de ese infierno, grandes profesionales luchan para apagar las llamas y para salvar vidas humanas y dar protección a grandes valores ecológicos y paisajísticos. Pero, desde los más bellos hasta los más asquerosos, todos los bichos mueren cuando muere el monte bajo las llamas. Es una verdadera pena pero lastimosamente es la realidad.

    El problema de los incendios es que pueden afectar a propiedades, animales o personas, así que hay que procurar que no tengan un gran impacto para que no se convierta en una catástrofe que ya lo es por su magnitud. Por suerte, en la mayoría de los casos la vegetación se recupera, pero también sabemos que en otros la vegetación no tiene esa capacidad. El problema es cuando se dan incendios muy seguidos en una zona, ya que se destruye la cubierta vegetal, esa cubierta tarda en instalarse otra vez y las lluvias torrenciales la harán desaparecer. Por eso vemos esas cicatrices en los montes.

    Algunos estúpidos creen que quemando el monte harán grandes negocios con sus tierras. Otros simplemente lo queman porque les da placer ver como arden los pinares. Otros, imprudentes, tiran las colillas por la ventanilla o se ponen a quemar rastrojos en estas fechas.

    Cuando se produce un incendio en un pinar es para echarse a temblar. El pánico se apodera de todos los habitantes de la región. El miedo asoma en los ojos de todos las habitantes de ese lado de la Isla, los hombres y mujeres con el susto en el cuerpo pretenden ayudar con fuerza y sin descanso para extinguir esta catástrofe natural en Tenerife.

    Normalmente en estos casos se utiliza todo clase de herramientas para ayudar a sofocarlo. El fuego siempre es una amenaza de muerte. Un pinar resinero arde con nada y no hay quien sea capaz de sofocar las llamas. Si se levanta algo de viento es un verdadero infierno. En este sentido, la alcaldesa de Candelaria, María Concepción Brito, ha calificado de «muy grave y complicada» la situación provocada por el incendio forestal, pues la potencia de las llamas en algunas zonas es tal que los medios aéreos no pueden actuar, ya que el agua se evapora.

    Desde primeras horas de la mañana, los técnicos del Cabildo de Tenerife advirtieron de la peligrosidad del fuego por lo escarpado y dificultoso del terreno. Ante su evolución, el Gobierno de Canarias asumió a petición de la corporación insular la dirección de las tareas de extinción, lo que ha supuesto mayores medios tanto del Ejecutivo canario como del Gobierno central. Se espera que en las próximas horas el panorama del incendio cambie favorablemente para su extinción total. Es la esperanza de los profesionales que están sobre el terreno y de todos los habitantes de las zonas aledañas al incendio.

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