Este miércoles el gobierno de Gustavo Petro en Colombia, cumple un mes entre dificultades y nuevos nombramientos e instalación de reformas institucionales del Estado.
Los que leen entre líneas, o creen poder hacerlo, vieron una señal las primeras semanas después del domingo, 7 de agosto de 2022, en la primera reunión de todo el equipo ministerial, para analizar su primer contacto de gobierno con el presidente Gustavo, y demás colaboradores más cercanos, marcado casi siempre por un orden de progreso para intentar solucionar el problema de confianza institucional, que ha dejado un antes y un después del anterior gobierno en el pasado cuatrenio. Un objetivo primordial de acercar la institucionalizada al pueblo, sin poderío ni autoridad. Desafío que no es para nada fácil innovar, dada la complejidad para recuperar una verdadera paz en Colombia.
Esta complejidad también va acompañada de la necesidad de mezclar lo anterior con muchísima justicia social, con miras de reducir la pobreza en el país, para erradicar el desorden y los desaciertos de anteriores mandatarios, que han dejado a Colombia en una situación bastante lamentable, tanto en lo económico como en lo social.
El nuevo presidente de Colombia concentra su liderazgo en los errores del expresidente Iván Duque Márquez, que analizado por expertos economistas manifiestan claramente: que no son errores sino horrores económicos, que han dejado al pais en la banca rota.
Lo que busca el gobierno de Gustavo Petro, es un diálogo que sigue siendo muy esquivo. La insistencia de dialogar con la patronal y con los agentes sociales es primordial. Es una necesidad urgente para mejorar la vida de los trabajadores y trabajadoras del país, puede ser que la inexperiencia afecte, pero de momento parece no haber ningún problema, simplemente existen plazos, ha sido todo una simple pisca de lectura. Quizás porque en el gobierno aún se miran desde el movimiento social, y no desde esa vilipendiada clase política que tanto cuestionaron y que, sin embargo, hoy encabezan para mejorar la vida de los colombianos según este gobierno.
Desde que asumió el mando el 7 de agosto de 2022, Gustavo Petro, decidió expandir su capacidad de acción en el país caribeño. Ha recorrido en un 40% el territorio nacional, concretamente, las zonas más pobres del territorio colombiano, principalmente la costa del pacífico, entre ellas el Dpeto del Choco. El plan del nuevo gobierno es la necesidad de atender con urgencia a la población más paupérrima de Colombia. Dar máxima prioridad a los miembros de su gabinete para que dediquen todos los esfuerzos habidos y por haber, para combatir la pobreza en el pacífico colombiano. Un sentido de fortaleza con el estilo propio del mandatario progresista Colombiano.
También es cierto que el desafío de imponer la autoridad no transita tan fácil con el desafío de la renovación, valga la redundancia, las dificultades se asoman y tienen una cara muy amarga. La tragedia ocurrida en San Luis, en el Dpto de Huila, dejan un satinado de tristeza y dolor, para todos aquellos que añoran la paz y la tranquilidad en la nación , pero ésto no tiene porqué frenar los intentos de seguir luchando para conseguirla. Los aspectos como la brecha territorial, la profunda violencia estructural o el narcotráfico impiden que las dinámicas de crecimiento y progreso social y económico prosperen en el país, pero la esperanza es lo último que se pierde. Se debe continuar en esa línea para conseguir más tarde que nunca, lo que todo el mundo sea la paz definitiva.