Es increíble como este gobierno asume que el Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) meneje de una manera descarada una encuesta que no se ajusta a la realidad
Precisamente en este mes de octubre de 2022, este gobierno sufre estrepitosamente un desgaste impresionante, y es en este lunes pasado cuando dan a conocer como el partido de gobierno, eleva 3,5 puntos la estimación de voto hasta llegar al 32,7%, su cota más alta de la legislatura, y vuelve a situar a los socialistas en cabeza, ahora con una ventaja de cuatro puntos sobre el PP, que se queda en un 28,7%. Creemos que esta realidad aumentada está muy lejos de concretarse, porque la historia en la calle es completamente distinta.
Nadie se cree que el partido socialista amplíe hasta los 4 puntos su ventaja sobre los ‘»populares», ojalá que así sea, pero la realidad es otra. En la calle se percibe un descontento generalizado que aleja al CIS de esta bonita historia, por lo visto los dos partidos políticos más grandes bajan considerablemente. El empate técnico de septiembre 0,7 puntos y la distancia de casi dos puntos que le sacó el PP el pasado julio, posiblemente no se repita. Esta fue la única vez que el CIS de Tezanos no le dio la victoria a los socialistas.
Este último año y principios de 2023, final de la legislatura se antoja sumamente complicado para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los españoles han perdido más de un 13% de poder adquisitivo, la luz cuesta el triple y llenar la cesta de la compra es una odisea para muchas familias con el IPC subiendo al ritmo de una inflación que encadena tres meses por encima del 10%. El descontento social es evidente y la presión en las calles ya es un hecho.
Estos cuatro años de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa han sido muy controvertidos, revueltos de contrastes variables que han afectado a los españoles, acentuado para bien por un Gobierno de coalición y una pandemia mundial.
Todos sabemos que Pedro Sánchez llegó al gobierno un martes 1 de junio de 2018, por una moción de censura. Se han cumplido más de 4 años de la llegada a la Moncloa, convirtiéndose así en el séptimo presidente del Gobierno de nuestra democracia (desde 1978). Los hitos más relevantes de este periodo hasta hoy, como la moción de censura o la aplicación del estado de alarma han sido muy importantes, sin olvidarnos los aciertos y desaciertos vinculados más a la derecha que la izquierda.
Pedro Sánchez, en muchos países latinoamericanos ha rosado el ridículo con los presidentes de izquierdas de esa parte del continente. Muchos de ellos le miran como un presidente no de izquierdas, por su actitud y su manera de actuar con EEUU, la gira a Latinoamérica que protagonizó se convirtió para la mayoría de los paises de esa parte del continente en un desconcierto de una relación e interacción entre Europa y América Latina.
El reconocimiento por parte de Pedro Sánchez a un impostor, golpista y corrupto como presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, molestó bastante a varios candidatos presidenciales que hoy son presidentes de varios países latinoamericanos. Unos de los más críticos con España por esa incoherencia fue el de México, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina, entre otros. Además de la molestia que originó a la izquierda española. Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. El Gobierno de Namibia rechazó la «interferencia injustificada» de países y potencias extranjeras «en los asuntos internos de Venezuela» y sostuvo que el presidente Nicolás Maduro ganó las últimas elecciones de acuerdo con la ley del país sudamericano. Namibia, se hizo notar considerando que las últimas elecciones celebradas en el país, sin participación de oposición y con victoria para Maduro, discurrieron de acuerdo a las leyes locales. En una democracia nadie es presidente de un país sin haberlo elegido el pueblo soberano. Agregaron.
Si a ésto se le añaden las declaraciones que acaba de hacer Pedro Sánchez con respecto al legado recibido de Felipe González Márquez, entonces apaga y vámonos.
Felipe González Márquez, nació en Sevilla, el 5 de marzo de 1942, es un abogado y político español. Fue secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1974 hasta 1997 y tercer presidente del Gobierno de España entre 1982 y 1996. Bajo el mandato socialista de González, el Estado llevó a cabo cerca de 80 operaciones de privatizaciones, que dejaron en las arcas públicas 13.200 millones de euros, según ese gobierno mentiroso y de derechas. Se privatizaron pequeñas industrias que las continuó el ultraderechista de José María Aznar.
La crónica de un engaño anunciado: 41 años del referéndum de la OTAN.
El Psoe en su momento instalo mesas para recoger firmas en apoyo de su postura con respecto al ingreso de España en la OTAN, en septiembre de 1981. Después de esos lodos estos barros. Se cumplen 41 años de la celebración del referéndum sobre la salida de España de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Creada en 1949 en el contexto de la Guerra Fría y ante el temor a la maquinaria de guerra soviética y la expansión del comunismo, se formó como una alianza militar intergubernamental por la que los firmantes se comprometían a defenderse mutuamente ante una agresión armada contra cualquiera de ellos.
Hubo una masiva manifestación contra el ingreso de España en la OTAN, 1981. España entró a formar parte de la OTAN a principios de 1982. El Gobierno de la UCD dirigido por Leopoldo Calvo Sotelo firmó la adhesión el 10 de diciembre de 1981. Tan solo dos meses antes, un sondeo publicado por El País recogió que solo un 18% de la población española estaba a favor de entrar, mientras que el 52% se declaraba abiertamente en contra y el 30% no sabía o no contestaba. Los mantras del Psoe dirigido en ese entonces por Felipe González, aquél chaval de la chaqueta de pana, eran: «OTAN, de entrada no».
«Si en 1981 el PSOE defendía que España debía colaborar con el equilibrio internacional no ingresando en la OTAN, en 1984 argumentaba que debía hacerlo permaneciendo en ella; si en 1981, él alegaba que la OTAN legitimaba las dictaduras portuguesa, griega y turca, en 1984 afirmaba que la OTAN reunía países democráticos», resalta el informe.
Seguimos con el legado de Felipe Gonzáles, en 1988, una huelga calificada de histórica por la paralización del país y acciones tan simbólicas como el fundido a negro en TVE. Pero en datos generales, la huelga general de 1994, la última contra González, tuvo más seguimiento. Fue el 27 de enero y hoy se cumplen 28 años.
La huelga general de 1988 en España o 14-D fue una huelga general celebrada el miércoles 14 de diciembre de 1988. Fue convocada por las dos principales centrales sindicales: Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores. Esta huelga fue la más grande jamás vivida que puso a González al borde de la dimisión. Esta huelga general de trabajadores y trabajadoras en este país fue muy fuerte. Pero hubo un tiempo en que esa distancia entre huelgas fue mucho menor. Desde el año 1985 al 1994 se convocaron 4 huelgas generales de 24 horas (85, 88, 92 y 94). Todas ellas bajo Gobierno del PSOE de Felipe González. También se le acomodó los Gal, corrupción de su partido y otros asuntos de interés.
Este señor González es una persona muy polémica, de hecho, durante el último cónclave de su partido se subió a la tribuna principal con un discurso encendidamente feminista del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y marcó muchas distancias con él desde el primer segundo. Lo que significa que de socialista tiene poco por no decir absolutamente nada, al contrario, cada día demuestra mucho más que está con el PP, la derecha de este país y con la de Europa.
Lo que dice Tezanos sobre las simpatías mostradas por los encuestados en otra pregunta no es verdad. Esa diferencia de la que se habla entre los dos grandes partidos dizque se duplica hasta los 3,6 puntos, con un 27,4% para el PSOE y un 23,8% para el PP, según el CIS es de optimistas, porque la realidad es diferente.
Los dos grandes partidos bajan considerablemente. Y más aún con el descontento de los ciudadanos españoles por la irresponsabilidad de estos partidos para renovar el CGDJ. Esa controversia ha generado mucha incertidumbre en la sociedad española. Un órgano que lleva casi cuatro años caducado y una dimisión de su presidente que forzó a estos irresponsables, para obligarles a que se pongan de acuerdo para renovar este importante órgano.
José Luis Rodríguez Zapatero es un político español que fue el quinto presidente del Gobierno de España después de la transición, entre 2004 y 2011. Miembro del Partido Socialista Obrero Español, ejerció como secretario general de este entre 2000 y 2012, nació el 4 de agosto de 1960, en Valladolid. Se ha comprobado que es uno de los mejores presidentes que ha tenido España en los últimos 41 años de democracia. Un hombre de izquierdas, centrado, serio y responsable. Durante su mandato se avanzó considerablemente en políticas sociales y derechos civiles a la sociedad española. Se vio forzado hacer reformas duras en España por la crisis europea que lo obligó aplicarlas, trajo las tropas de Irak y terminó con la organización terrorista Eta.
Debido a estas reformas en España se realizó una huelga general. Es la primera que sufrió el Gobierno el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que cumplió su sexto año de mandato tras renovarlo en las urnas en 2008. El giro neoliberal que le atribuyen los sindicatos españoles después de las medidas que tomó en el último año, cimentadas en un fuerte recorte del gasto social y la instauración de una reforma laboral y otra prevista del sistema de pensiones, que los representantes de los trabajadores consideran lesivas, llevaron a éstos a convocar el paro.
Lo que pasa con estos líderes socialistas es algo muy especial, un doble juego del PSOE con la Corona: republicano para la afición, monárquico en el Parlamento. Algo que la militancia de ese partido no entiende ni comprende. Ellos se topan siempre con la incómoda posición del PSOE, partido que en los últimos tiempos ha realizado un ejercicio de auténtico funambulismo manejando la contradicción de declararse republicano pero posicionándose, llegado el momento, a favor de la Corona.