Manifestación masiva en Madrid y Barcelona en solidaridad con los compañeros sindicalistas de la CNT, ayer 24 de septiembre de 2022.
La CNT ha recorrido el centro de Madrid para denunciar la condena a seis compañeras de Gijón. Una manifestación en solidaridad con los encausados de esa región del pais. Un conflicto laboral que se ha originado en la pastelería ‘La Suiza’ ha terminado con una condena a seis cenetistas que, si los recursos no prosperan, irán tres años y medio a la cárcel. «Estos compañeros han sido condenados por coacciones graves reiteradas y obstrucción a la justicia, todo lo que hicieron fue negociar con el abogado de la empresa y manifestarse para dar a conocer el caso: manifestó la portavoz del proceso» Alba G Torres.
La perspectiva de género se ha incorporado demasiado tarde, a pesar de los recientes avances en igualdad, el machismo sigue presente en la sociedad y en las empresas. Las mujeres continúan sufriendo acoso sexual, acoso laboral, explotación, micromachismos y discriminación. La cultura patriarcal es algo hegemónico; como lo engloba todo, el mundo empresarial no se escapa y con más frecuencia está presente y se agudiza más contra los trabajadores y trabajadoras en las empresas privadas.
Poco se actua sobre el patriarcado empresarial dada que la legislación generaliza casi siempre el ámbito empresarial en un solo contexto laboral.
Los empresarios patriarcales suelen ser herederos de empresas familiares, que se creen dueños no sólo de la empresa sino también de sus trabajadores. Los recursos humanos de sus empresas son por lo general obsoletos o mediocres, no ajustados al derecho de empresa o simplemente carecen de ello.
Reflexionar acerca de la perspectiva de género en el sector laboral es urgente y muy necesario. Se mencionan ejemplos de violencia laboral y se señalan algunos rasgos, elementos y cifras apoyados en fuentes de referencia. Asimismo, los empresarios sistematizan intencionadamente para atacar a un trabajador o trabajadora que consideran molesta o simplemente no les gusta. Existen varias experiencias y ejemplos de malas prácticas encaminadas agudizar las brechas en materia de género para que la trabajadora o el trabajador se marche voluntariamente sin derecho a nada. Cualquier tipo de discriminación y actos violentos en estos espacios deben ser denunciados inmediatamente.
Existen ciertos límites que no se deben traspasar, aunque con estos empresarios patriarcales es muy difícil ese respeto a los trabajadoras o trabajadores, lo podemos ver cuando estos sindicalistas quisieron reunirse con el empresario. Convocaron concentraciones cerca del local y repartieron panfletos para que el vecindario supiera lo que de puertas del obrador para adentro sucedía. Meses después terminaron condenados a prisión. En aquellos panfletos, la denuncia de una de sus trabajadoras hacia el dueño de la pastelería La Suiza, que llegó a denunciar el acoso que sufría y que casi pierde al hijo que esperaba por verse obligada a continuar trabajando, aunque hubiese sangrado durante su jornada laboral.
«Esos papeles, también, estaban firmados por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de Gijón, la organización que ha luchado en los tribunales y en las calles, y que lo seguirá haciéndolo, por ganar este conflicto, como se ha demostrado este 24 de septiembre en una manifestación que recorrió el centro de Madrid. Desde CNT esperan que esta manifestación masiva en repulsa de la condena hacia seis sindicalistas que han terminado condenados a tres años y medio de prisión por coacciones graves reiteradas y obstrucción a la justicia, y el pago de 150.000 euros como multa. «Solo por hacer sindicalismo», agregó nuevamente Alba G. Torres, portavoz del caso.
Riesgo grave de aborto
Tal era la actitud del dueño de La Suiza, que tras obligarla a mover un saco de harina de 25 kilos ella empezó a sangrar estando embarazada. «Le dijo que terminara su jornada laboral, que le daba igual, y cuando fue al hospital le confirmaron que estaba en riesgo grave de aborto. Cuando se lo contó a su pareja y discutieron en el obrador, y terminó dándole una patada a una nevera», añade la portavoz. Ahí es cuando se empiezan a complicar las cosas a nivel judicial, pues el empresario le denuncia por daños.
La trabajadora no quería reincorporarse tras su baja de maternidad al haber sufrido el acoso ya referido en el sindicato, así que algunas compañeras de CNT se acercaron a La Suiza para poder hablar con el empresario y exponerle la situación. Sin llegar a él y de malos modos, les remitieron al abogado. «Contamos el dinero que le debían a la compañera y le dijimos que restara 1.000 euros por los daños causados a la nevera para intentar terminar con la historia lo antes posible, aunque la justicia después determinó que solo había que abonarle 650 euros», añade Torres, también doctora en derecho laboral.
Primeras detenciones y lucha en la calle
Al día siguiente, dos compañeras de CNT fueron detenidas y otra fue llamada a declarar por un posible delito de obstrucción a la justicia al haber negociado con el abogado, aunque luego liberadas sin cargos. «Aquello fue como un aviso de lo que podían llegar a hacer», dice la portavoz. La lucha en la calle también iba a más, de la decena de personas concentradas en la primera movilización, al día siguiente de las detenciones se acercaron hasta 60 personas al lugar.