Las violaciones de derechos humanos en el país andino es muy evidente según investigación de Amnistía Internacional.
Lo que está pasando en el Perú se describe de forma genérica como un “daño intencional, planeado y moralmente injustificado para atacar a un pueblo indefenso, lo que ha causado un daño irreparable a miles de seres humanos de ese país andino, de tal modo que han denigrado, deshumanizado a una población que pide a gritos la restitución de su presidente legítimo, Pedro Castillo Terrones, elegido democráticamente por su pueblo en unas elecciones hace más de año y medio.
El Congreso dictatorial de ese país ha dañado, y ha destruido el Estado de Derecho y la democracia peruana con un Golpe de Estado Cívico Militar-Judicial, que sin ninguna duda ya han comprobado organismos de Derechos Humanos y Amnistía Internacional de América Latina que han asesinado a personas inocentes, por el simple hecho de manifestarse en contra de unos golpistas asesinos y de un gobierno espurio que el pueblo considera ilegal e ilegítimo.
Estos congresistas oligarcas corruptos de extrema derecha al mando de la señora, Keiko Fujimori, con procesos judiciales por corrupción en su país e hija del presidiario y expresidente del país andino, Alberto Kenya Fujimori, que cumple condena en un establecimiento penitenciario por masacrar a su pueblo, luego de que los familiares de las víctimas de las matanzas ocurridas durante su gobierno acudieran a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para solicitar se pronunciara respecto al indulto concedido. Entonces, esta instancia internacional recomendó acudir a la Justicia peruana para que revisará el indulto que, finalmente, fue anulado.
Esta familia para defender sus intereses y privilegios no les importa utilizar todo tipo de artimañas con la ayuda de sus acólitos congresistas, dictadores, golpistas y corruptos, sin importarles la crueldad y el asesinato. No es por tanto únicamente la pasión del goce ante el dolor de los seres humanos, sino también de la indiferencia e insensibilidad ante su pueblo. Ante la más cruda realidad y la más pura de sus formas, la crueldad de los fujimoristas de actuar de forma voluntaria y sin presión, en principio, sin culpa y sin remordimiento los lleva a lo que está ocurriendo hoy en el Perú. La crueldad se nutre de su poder y de su dominio sobre el sometimiento sobre otros cómplices para que otro, cuya fragilidad queda a merced de quien empuña el arma cometa asesinatos a manifestantes en las calles de ese país andino.
Por otra parte las calles de Perú se convierten hoy en el lugar de los acontecimientos criminales del terrorismo del Estado peruano. Un espacio en el que su mando prueba sus fuerzas contra su pueblo como si se tratará de su peor enemigo. Considerando como lógica que la fuerza pública también es pueblo y que por supuesto el sueldo que reciben proviene del mismo pueblo. En tal sentido no deberían estar a favor de unos cuantos que generan injusticia, sino de su gente que son quienes les paga su salario para que les proteja, no para que les asesine.
Cuando un pueblo pide democracia y reclama justicia no es porque cosifique al presidente derrocado, que lo es, sino porque que quiere libertad democrática y respeto a la vida humana en las calles de su país, considerándolo inicialmente, como un límite que no debe ser rebasado por ningún poder dictatorial.
Una de las declaraciones que ha sorprendido a la comunidad latinoamericana es el cinismo y la desvergüenza de la golpista e hija del asesino Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, que criticó el actuar de Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia, por defender el respeto a la vida del pueblo peruano, la libertad y la democracia en ese país de la región. Esta señora con toda su cara pidió públicamente al mandatario colombiano que no metiera su nariz roja en el Perú. La líder mentirosa, manipuladora, corrupta y golpista de Fuerza Popular rechazó la injerencia, según ella, extranjera luego de reunirse con la presidenta de facto Dina Boluarte. Asimismo, agregó textualmente “Quiero enviar mi repudio total al guerrillero Gustavo Petro”. Lo que se le olvida a esta fascista es que lo de guerrillero jamás será comparable con lo que ustedes han hecho en el Perú y, no porque lo digan los periodistas, sino porque han asesinado a más de 70 personas en ese país andino, y que sepamos todos nosotros y los que están transmitiendo desde las calles del Perú, Gustavo Petro Urrego, jamás ha asesinado ni a una mosca, ni mucho menos ha participado de ningún Golpe de Estado. Esta excandidata presidencial, quien ratificó que no volverá a presentarse en próximos comicios no deja de sorprender. Ella sabe mejor que nadie que su partido político ha bajado en picado y que el 82% de la población peruana rechaza con contundencia a los congresistas de su bancada en el Congreso peruano.
Asimismo, otra cuestión que no deja de extrañar a propios y extraños en la comunidad latinoamericana por la importancia que tiene la Alianza del Pacifico en esta región del continente. La golpista peruana pidió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que entregará la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico. En sus declaraciones aseguró que el “apoyo” que brinda a Pedro Castillo está “perjudicando” a los demás países. Estás declaración es tendenciosa porque tiene un contenido de hipocresía y cinismo que asusta. Ella sabe mejor que nadie que cada vez más se suman más países en su contra. El rechazo a ese gobierno ilegal e ilegítimo es mucho mayor y más fuerte. Esta señora lo que busca es que se le reconozca su gobierno como legítimo y democráticamente constituido lo cual es completamente imposible. Las pruebas de inconstitucionalidad es evidente y más aún cuando han derrocado a un presidente legítimo elegido por su pueblo y democráticamente constituido, al tiempo que han masacrado a todo un pueblo por manifestarse en contra de un Golpe de Estado Cívico Militar-judicial en ese país de la región.
Si Perú estuviera en una situación de democracia como cuando estaba con el presidente legítimo, Pedro Castillo terrones, seguramente se le facilitaría la sucesión del organismo sin ningún problema, pero al no reconocerle al gobierno de facto actual como legal y democrático se profundiza la tensión diplomática entre ambos gobiernos. México ni siquiera reconoce a la golpista Dina Boluarte como presidenta legítima tras el derrocamiento del presidente legítimo, Pedro Castillo Terrones.
Otro varapalo que se lleva el gobierno golpista del Perú es el informe de Amnistía Internacional: la represión en Perú es prueba del «desprecio» contra la población indígena según informe reciente de este jueves 16 de febrero de 2023. Esta organización de derechos humanos Amnistía Internacional publicó este informe señalando que las poblaciones indígenas y campesinas fueron objetivo de la mayor violencia policial y represión por parte de las fuerzas armadas peruanas en las manifestaciones que empezaron en diciembre pasado tras el Golpe de Estado al presidente, Pedro Castillo Terrones.
Desde el inicio de las masivas protestas en las distintas regiones del país en diciembre del 2022, el Ejército y la Policía Nacional del Perú (PNP) han disparado de forma ilegítima armas letales y usado otras armas menos letales de forma indiscriminada contra la población, especialmente contra personas Indígenas y campesinas, en el contexto de la represión de protestas, constituyendo ataques generalizados, dijo Amnistía Internacional al presentar los hallazgos iniciales de su investigación en el país.
Durante la investigación en Ayacucho, Andahuaylas, Chincheros y Lima entre el 29 de enero y el 11 de febrero, Amnistía Internacional recibió información de 46 casos de posibles violaciones de derechos humanos y documentó 12 casos de muertes por uso de armas de fuego. Asimismo, la organización recibió información sobre graves falencias en la investigación de violaciones de derechos humanos y la impartición de justicia.