Ofensas e insultos a personalidades del país generaron reacciones de diferentes sectores.
La controversia comenzo por las declaraciones de esta señora, que dijo llamarse Esperanza Castro, contra la vicepresidenta de los colombianos Francia Márquez, en medio de las marchas contra varios de los proyectos de las reformas del gobierno colombiano, declaraciones recogidas por el medio digital DIASPORA_ SOCIAL: se considera la berraca del paseo, pobre simio, los simios gobernando, manifestó la señora, al tiempo que gesticulaba levantando las manos y moviendo la cabeza, indicando su molestia y su discriminación contra la vicepresidenta. Esta reprochable actitud puso de nuevo sobre la mesa el racismo en Colombia.
El racismo en Colombia tiene un gran peso de punibilidad, que es un elemento secundario del delito, que consiste en el merecimiento de una pena, en función o por razón de la comisión de un delito; dichas penas se encuentran señaladas en el código penal colombiano, lo que significa posibilidad de punir y que se trata después de los cuatro elementos básicos del delito: acción, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, como requisito adicional en algunos delitos para poder imponer una pena, y este caso jurídicamente está bastante claro, es decir, está señora ha cometido un verdadero delito contra la vicepresidenta de Colombia.
El racismo nazi produjo asesinatos en una escala sin precedentes. Durante la Segunda Guerra Mundial, la dirigencia nazi inició lo que ellos dieron en llamar “limpieza étnica” en los territorios orientales ocupados de Polonia y la Unión Soviética.
Los racistas sostienen que las características innatas y heredadas determinan biológicamente el comportamiento humano. La doctrina del racismo afirma que la sangre es el indicador de la identidad nacional y étnica.