Un bloqueo a la isla caribeña que es un terrorismo económico a la población cubana.
Derrota diplomática aplastante contra Estados Unidos en la ONU este 3 de noviembre de 2022. Por trigésima vez la Asamblea General de las Naciones Unidas votó el jueves a favor de una resolución que condena el embargo a Cuba mientras Estados Unidos volvió a posicionarse en contra. La votación que se realizó en la ONU es para que se termine definitivamente está enorme injusticia contra Cuba. Esta votación, que se realiza de forma anual desde hace 30 años, es una demostración pública contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos en 1962 para presionar un cambio de sistema político y social en la isla tras la llegada de Fidel Castro al poder.
Esta imposición lleva más de seis décadas imposibilitando el avance económico y social a los cubanos, algo que es considerado por la mayoría de los países del mundo como una enorme injusticia. Así lo demuestran 185 países que votaron este jueves a favor de la resolución para el desbloqueo de la isla caribeña, mientras Estados Unidos e Israel votaron en contra. Brasil y Ucrania se abstuvieron.
Joe Biden hace oídos sordos a pesar que no hace mucho el presidente de los Estados Unidos decía, que esos 143 votos en la Asamblea general a favor, pero con 5 votos en contra y 35 abstenciones lo vendía como una victoria aplastante, para condenar a Rusia por la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, pues ahora que no son 143, sino 185 votos los que le piden que acaben con el embargo, Biden se hace que la virgen le habla, se hace oídos sordos y no menciona ésto, algo que muchos países del mundo lo toman como raro e hipócrita demócrata.
El debate sobre el embargo comenzó el miércoles en la Asamblea General, en la que 30 países hablaron en contra del bloqueo. Rusia lo describió como “terrorismo económico” estadounidense. El jueves, otra veintena de países condenó la medida, destacando el daño que causa a la población cubana. La votación, que se realiza desde 1992, no tiene carácter vinculante, por lo que Estados Unidos puede hacer caso omiso de la opinión del resto de los países, pero aunque no sea vinculante ya no hay ni una mínima razón para justificar lo injustificable, porque los daños económicos, el sufrimiento que provoca a las familias cubanas este vil bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace sesenta años es inhumano.
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden ha suavizado algunas medidas que su predecesor Donald Trump impuso para endurecer el bloqueo, pero la administración demócrata ha sido muy crítica del trato que el gobierno cubano dio a los manifestantes en la isla el año pasado. Una excusa que ya no cuela en ninguna parte del mundo.
Levantar el embargo requeriría la autorización del Congreso estadounidense en momentos de una intensa división política en ese país y justo antes de las elecciones legislativas de medio término de la semana que viene. Lo que significa que juegan en política con el hambre de otros países, para ganar un pulso político a sus rivales por connotaciones ideológicas.
A esta gente le importa un bledo que Cuba atraviese una fuerte crisis económica, política y energética que ha causado un éxodo. La salida de cubanos aumentó tras el paso del huracán Ian, que el mes pasado azotó el oeste de la isla. A estos señores sólo les interesa la disidencia cubana pero no todos, solo única exclusivamente los millonarios empresarios y los políticos cubanos en el exilio en suelo norteamericano.
Mientras la disidencia cubana y estos politiqueros inhumanos viven en la extravagancia en Estados Unidos, la población cubana soporta más de 154 mil millones de dólares que ascienden las afectaciones causadas por esa obsoleta política estadounidense en sesenta años de aplicación, precisa el informe actualizado sobre las pérdidas provocadas a la Mayor de las Antillas, presentado por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, a la prensa nacional y extranjera, acreditada en la isla caribeña.
Algo que verdaderamente vuelve a demostrar una vez más que este bloqueo es ideológico es la posición de Colombia en este tema este año. El año pasado Colombia fue uno de los países que votó junto a Estados Unidos en contra de la resolución. Este año, y bajo el recién llegado gobierno de Gustavo Petro, el país se posicionó a favor de la resolución.