Lo que no se puede entender es como una parte de la sociedad pobre de Colombia sale a protestar a favor de los poderosos y en contra de que el país mejore.
Colombia se manifestó en favor y en contra de las reformas sociales del presidente, Gustavo Petro Urrego. Lo que no se esperaba el grupo de la oposición fue la respuesta del pueblo colombiano al apoyo al proyecto de reformas del actual mandatario colombiano.
Lo que sorprendió muchísimo a todos fueron las masivas marchas del pasado 14 de febrero de 2.023, que ilusionaron a muchos colombianos humildes al ver una luz de esperanza para mejorar su calidad de vida en su nación. Está vez la coherencia de millones de colombianos abrieron el camino para parar las recientes tendencias anti realistas que socavaron la creencia de que dejaron una Colombia mejor, objetivo que podemos conocer a través de la realidad. Y esa realidad muestra que el anterior gobierno ha dejado a Colombia en un verdadero desastre. Me refiero a la que vivimos hoy en el aquí y el ahora en el país.
La falsedad deliberada que pregona el uribismo o la extrema derecha colombiana, sobre cómo entregaron el país a Gustavo Petro es sin ninguna duda la impostura, la mentira benevolente o piadosa, la invención de estratagemas que la misma realidad desmonta. Entregar un país sumido en un conjunto de obligaciones de pago contraídas con la nación, pobreza, violencia, democracia, desigualdades profundas y en discordias exteriores con países vecinos es pasar un hierro caliente sin saber de donde cogerlo. Lo que significa para ellos lo de siempre manipular y engañar, diciéndonos que Colombia estaba mejor que ahora, considerados como medios justificables en los tratos políticos para mentirle a la población colombiana.
Muchas veces me cuestiono sobre algunos seres humanos. Quiénes son, de dónde vienen y, para dónde van. Cuando hago este tipo de cuestionamientos sobre algunos seres humanos no pasa por desapercibido el uribista opositor, representante a la Cámara, Miguel Polo Polo, conocido también por sus metidas de pata e incoherencias políticas cotidianas, que cuestionan su formación académica, política y democrática como representante de una parte de su partido político en Colombia. Este señor hizo un llamado a la sociedad para que se manifestará en contra al día siguiente de la convocatoria del presidente de Colombia Gustavo Petro.
No hay ninguna duda que la sociedad tiene todo el derecho a manifestarse en una democracia, pero creo que debe haber un criterio concreto con arreglo a lo que se lucha o a lo que se reivindica. Lo que no es coherente es que se manifiesten en contra de sus propios derechos o a favor de un verdugo que lo ha aplastado toda su vida. La manifestación convocada en contra de Gustavo Petro fue claramente ideológica a favor de la extrema derecha y en contra de los que se manifestaron ese día.
No puede ser posible ni coherente ir en contra de tus propios derechos. Existen muchas formas de caer en disonancias: Cuando hacemos algo que sabemos que está mal hecho o es injusto; cuando hacemos algo siendo perfectamente conscientes de que deberíamos estar haciendo otra cosa, por ejemplo, luchar por una Colombia mejor, no por una peor o como estaba, etc, etc, por eso, no lo entiendo y me cuesta entender a muchos seres humanos cuando hacen este tipo de acciones. Los humanos, además de muchas de las características de las otras especies, estamos dotados de cualidades excepcionales que nos han posibilitado una evolución extraordinaria. Pero, esta singularidad nos hace, a veces, creernos omnipotentes, haciéndonos caer en constantes y graves errores con consecuencias para nuestra propia vida y para los demás.
A veces, una cierta incoherencia interna nos produce incómodos cosquilleos, pero la vida sigue sin demasiados problemas para unos. Pero otras veces, las disonancias se vuelven insoportables y tenemos que ponerles freno sí o sí. No siempre se tiene una idea clara de lo que son los Derechos Económicos, Sociales y Culturales y muchas veces se desconoce que se trata de aquellos derechos que posibilitan un nivel de vida adecuado para las personas dentro de un concepto de dignidad humana. Se trata de derechos tan básicos e inherentes a la persona humana y de tan sencilla, que basta decir, para comprenderlos, que se traducen en alimentación, seguridad social, salud física y mental, vivienda, trabajo, sindicalización, educación, medio. ambiente sano y agua. No obstante que se trata de derechos que entrañan necesidades básicas de los seres humanos, las grandes carencias de ellos en el mundo reflejan la dramática situación de 800 millones de personas con malnutrición crónica, más de 100 millones de niños y niñas que no tienen acceso a la educación primaria y muchísimos hogares sin vivienda adecuada, al mismo tiempo que los atentados que los humanos realizamos contra el medio ambiente están generando grandes desequilibrios en la naturaleza que nos colocan como protagonistas y responsables de los desastres naturales y de la supervivencia futura de nuestra especie y de las demás. Según las estadísticas oficiales, la pobreza en Colombia alcanza al 45 por ciento de la población y la indigencia al 12 por ciento. La pobreza se reparte de forma variada a través del territorio nacional, siendo los departamentos más pobres Chocó, Sucre, Nariño y Boyacá. Colombia presenta uno de los mayores índices de desigualdad en América Latina, el tercer lugar después de Haití y de Brasil. A su vez, América Latina, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, es el continente con mayor desigualdad en el mundo.
Lo que no puedo entender como una parte de la sociedad pobre de Colombia sale a protestar a favor de los poderosos y en contra de qué ésto mejore en Colombia y que nada cambie en lo absoluto. No debiera sorprendernos las incoherencias que cada día detectamos en los demás. Lo que sí debiera sorprendernos es la enorme dificultad que tenemos para reconocer las propias incoherencias y nuestra infinita capacidad de autojustificación.
Quiero felicitar a los coherentes que se manifestaron a favor de las reformas del gobierno de Gustavo Petro para que Colombia cambie por completo, por eso, sigo diciendo que en la actualidad, el concepto de coherencia es de frecuente mención y se relaciona directamente con conceptos como congruencia, integridad, integración. En general, podemos decir que la coherencia, se refiere a la relación, a la conexión o a la unión entre diferentes cosas, o a aquello que interconecta y mantiene unidas las partes de un todo. Es decir, la coherencia alude a la relación lógica o consecuente entre las diferentes partes de una afirmación, de un discurso, de una postura y de un comportamiento.