Ayer 30 de noviembre de 2.022, muere el expresidente de China, Jiang Zemin, quien fue el que puso los cimientos de la superpotencia. Este señor de 96 años era un dirigente que trazó un equilibrio en China entre las reformas de apertura al mundo y la pervivencia al interior de China del partido comunista en frente del estado. Se habla de que el expresidente chino habría muerto el miércoles 30 de noviembre a los 96 años de edad, debido a una leucemia y a un fallo multiorgánico, es decir, de vejez.
Él fue un mandatario al que ya no se le pudo ver en el último congreso del partido comunista celebrado hace unas semanas. Ejerció cómo secretario general del partido comunista comprendido entre 1.989 al 2.002, fue jefe de Estado desde 1.993 al 2.003, dando continuidad a las políticas de reforma y apertura iniciadas por Deng Xiaoping. Es considerado uno de los personajes más grandes y mas importantes de China en el siglo XX.
Jiang Zemin, llegó al poder como una fórmula de compromiso entre fracciones tras las protestas estudiantiles de la plaza de Tiananmén de 1989, cuando se hablaba de la represión que provocó la muerte de cientos de personas y también varios encarcelados. Se le consideró una persona capaz de equilibrar el giro aperturista con la estabilidad y el control interno en China al frente del estado.
Cabe señalar que también llegó a ser presidente de la Comisión Militar Central y más tarde presidente de China en 1.993, aunque no consolidó de forma efectiva su puesto, concretamente en el vértice en la enorme pirámide del poder hasta 1.997, fue una figura que proyectaba el control de estructuras políticas muy profundas en ese país. Jiang Zemin, dejó el país habiendo colocado las bases para el ascenso de China en el mundo de ahí su reconocimiento. Él puso los cimientos para que China ahora se considere una superpotencia.
Desde ese momento China fue una locomotora funcionando a todo galope hasta el punto que forjó la imagen de ese país como un gigante global accesible y favorable para los negocios. Bajo su mandato se culminó en el año de 1.997 la devolución británica de Hong kong a China, símbolo que ponía el punto final a los que muchos en el país se le conocen como el siglo de la humillación. Se dice entre los tetelones de la política internacional, que cuando el Reino Unido se vio dubitativo si negociar o no con China, Jiang Zemin, por debajo de la mesa les dijo: «o me lo devuelven o se los arrebatamos, como ustedes prefieran, pero Hong Kong va hacer de China» El Reino Unido al medir sus fuerzas con la China de Jiang Zemin decidió ceder Hong Kong por las buenas y dijeron: «más vale llegar a una mala negociación que a una buena guerra».
Y esta trayectoria hacia lo alto la coronó en el año de 2.001con el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio y con la elección de Pekín como la sede de los juegos olímpicos del año 2.008, y posteriormente con el ascenso de China en diferentes organizaciones del andamiaje institucional occidental. Cabe señalar que Jiang Zemin, abandonó su cargo al frente de su partido en el 2.002 y dejó la presidencia del país un año después cumpliendo con los principios escritos y no escritos, por lo que se regía hasta hace poco la renovación de la cúpula del poder tras dos mandatos de cinco años.