Una violencia incontenible ciega la vida de 125 personas.
Tras un clásico de fútbol entre Arema y Persebaya en el estadio kanjuruhan de Indonesia, con capacidad para 45.000 espectadores, ocurre en minutos una enorme tragedia sin precedentes, según informó a policía de Indonesia. Esas mismas autoridades
confirmaron a los medios de comunicación que de momento, hay 125 fallecidos y 323 heridos. Una avalancha de hinchas del local ingresaron a la cancha y se enfrentaron con la policía. Hubo represión y la violencia fue incontenible.
Esta situación se le fue de las manos a la policía que custodiaba el Estadio, por circunstancias no determinadas hasta el momento, una gran cantidad de gente, aproximadamente 3.000 personas, se desplazaron de forma repentina y con virulencia hacia el campo de fútbol, sin respetar ningún orden, causando heridos y víctimas mortales por asfixia, aplastamiento, contusiones u otras causas. EL mundo permanece conmocionado luego de la tremenda tragedia ocurrida en el fútbol de Indonesia.
La violencia estalló cuando cerca de 3.000 hinchas del Arema FC ingresaron a la cancha a las corridas tras la derrota 3 a 2 en el clásico ante el Persebaya.
Si bien Emil Dardak, vicegobernador de la provincia de Java Oriental, había informado que el número de muertos había aumentado a 174, la policía rebajó la cifra a 125, pero elevó la cantidad de heridos a 323. Según explicó Nyoman Eddy, jefe del equipo médico de la policía, la discrepancia de los datos se debió a «un error en el registro» en los hospitales que atendieron a las víctimas. Eddy agregó que los 125 fallecidos, entre ellos dos policías, han sido identificados, mientras que «el número heridos es de 323», en lo que se considera la segunda tragedia más grave de la historia del fútbol mundial.
Según explicó el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta, la mayor parte de las muertes se produjo a raíz de la estampida de los hinchas y muchos fallecieron asfixiados mientras intentaban abandonar el estadio.
«Se volvió anárquico. (Los hinchas) comenzaron a atacar a los oficiales, dañaron los coches”, dijo Afinta en conferencia, y agregó que la aglomeración ocurrió cuando los asistentes del partido intentaban salir por una de las puertas del estadio. Lo sucedido en Indonesia ya se considera una de las peores tragedias de la historia reciente del fútbol mundial.
Instantes después de lo ocurrido, Afinta precisó que 34 personas murieron dentro del estadio y el resto en camino a los hospitales o ya dentro de ellos. En la misma línea, el sitio Intred explicó que las víctimas fueron trasladadas a dos hospitales. Allí hubo 110 fallecidos. Pero después el Jefe de la Oficina de Salud del Distrito de Malang, Wiyanto Wijoyo, confirmó que había más fallecidos, dos de ellos policías.
Muchos de los hinchas intentaron atacar a los jugadores rivales. La policía reprimió y así explotó la violencia. «No solo invadieron el campo, también dañaron coches policiales e incendiaron objetos en el estadio. Lo sucedido llevó a las fuerzas de seguridad a repeler, incluso utilizando gases lacrimógenos», explicó el sitio Detik.