La izquierda sólo observa con inquietud, vigila pero no hace absolutamente para evitarlo.
En este mundo hay personas de cualquier condición y naturaleza unos falsos progresistas y los falsos de centro derecha interesados. Dicho ésto no quiero puntualizar ni mucho menos señalar, porque casi nunca doy cobertura a la extrema derecha. Hablar mucho sobre la extrema derecha y no hacer absolutamente nada para frenarla es algo incomprensible.
Todos sabemos que este partido político es una verdadera amanaza para la convivencia democrática y para la democracia de un país o un continente. La extrema derecha ya la conocemos gobernando en muchos países del mundo, teniendo conocimiento que es un verdadero peligro para un Estado de Derecho de un país. Lo más contradictorio de todo ésto es que gobiernos dizque progresistas brinden normalidad a gobernantes de extrema derecha, ejemplo: Iván Duque Márquez, ex-presidente de Colombia = Pedro Sánchez Castejon, gobierno de España, Donald Trump, ex-presidente de Estados Unidos = Unión Europea, entre otros.
Ante la posibilidad de que Unidas Podemos hubiera podido gobernar en España con más soltura, los medios de comunicacion supuestamente progresistas alimentaron el odio contra ellos. Esta práctica ha servido para dañar a algunos dirigentes del partido, pero también han aupado a los ultras
La responsabilidad muy acomodada es el modo en el que los medios de comunicación se relacionan con el radicalismo, ya que se pone en tela de juicio el grado de tolerancia que las sociedades deben desarrollar cuando llegan ideas tan intolerantes como las de la extrema derecha.
Muchos periodistas dizque progresistas de medios de comunicación hacen puente como intermediarios a la hora de transmitir los mensajes de los partidos a los votantes, los medios pueden influir en sus preferencias para favorecer a la ultra derecha y a la extrema derecha, ya que pueden, establecer la agenda política y enmarcar los temas, alterar los patrones de participación política e influir en la competición interpartidista.
Europa está en una aguda crisis y la izquierda europea no es capaz de dar respuesta a esta situacion. La izquierda no encuentra la respuesta para frenar el avance de la extrema derecha en el viejo continente. Existe una mayoría social que anhela un cambio, y es ahí donde la izquierda tiene que trabajar sabiendo manejar ese potencial y recuperar el verdadero cause para liderarlo.
En España se hace todo lo contrario, un psoe enganchado a la derecha y una izquierda tolerando todo dizque por mantener un gobierno estable. Todo este vaivén de idas y venidas del Psoe ha originado un desgaste en los ciudadanos que no saben donde está este gobierno. Lo que aprovechan los ultras del PP y la extrema derecha para seguir su avance. En esa misma linea la izquierda europea está en crisis y esto lo está aprovechando la extrema derecha europea.
Siempre se ha hablado del cordón sanitario a la extrema derecha pero nunca se ha hecho un pacto de Estado para fortalecerlo. Los ultras del PP siempre han vacilado de una manera desinteresada con respecto a este importantisimo asunto. Al contrario, el blanqueamiento ha sido impresionante: la ultraderecha en Europa irrumpe en los Gobiernos de la mano de la derecha tradicional. Este vance pone en peligro la democracia Europea y destabiliza al Continente. Las formaciones políticas de extrema derecha en el Viejo Continente atraviesan su mejor momento, sumando cada vez más apoyos en las urnas. La izquierda sólo observa con inquietud, vigila pero no hace absolutamente nada para evitarlo. El triunfo de la ultraderecha en Italia asusta a los políticos europeos de los que muchos dicen que a «Europa se le ha acabado el vacilón» . El partido Hermanos de Italia, la for Giorgia Meloni liderará el país y encabezará un frente ultra en Bruselas.
Una de las preguntas del millón es cómo se configurará el escenario de las relaciones internacionales de Italia, dada esta situación de cambio político en ese país europeo.