Los actos de guerra o de terrorismo desafían el marco de los Derechos humanos casi hasta el punto del colapso.
Estoy completamente convencido que la pérdida de una vida jamás podrá ser justificada, incluso si es un asunto de tu vida sobre la de él. Me explico, matar para salvar tu vida o la de varias personas es razonable y es lo que la mayoría de personas elegiría, pero eso no significa que matar sea bueno ni justo, asesinar seguirá siendo un crimen, precisamente, hoy hace 22 años cuatro aviones secuestrados supuestamente por terroristas se estrellaron contra el World Trade Center, el Pentágono y un campo en Pensilvania. Casi 3.000 personas murieron en cuestión de horas. Este lunes muchas personas hacen una pausa para recordar a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y reflexionar sobre el costo emocional permanente que el atentado infligió a la nación.
El hecho de que estés en una guerra no cambia nada, matar a alguien jamás será algo bueno. En el momento en que decidamos que una matanza está justificada, la vida perderá su valor y matar dejará de ser malo.
Un día como hoy en 2.001 ocurrió en los Estados Unidos una catástrofe humana provocada por el hombre. Que este lunes 11 de 2.023 se les brinda seis momentos de silencio para recordar cuando las torres fueron impactadas, cuando cayeron y por el ataque al Pentágono, y Shanksville en Pensilvania.
El Tributo a la Luz estará iluminado durante toda la noche del lunes hasta la mañana del martes. Esta instalación de arte público conmemorativa fue presentada por primera vez seis meses después de los ataques y luego encendida durante cada aniversario. Cuenta con dos rayos de luz que alcanzan hasta cuatro millas de altura para parecerse a las Torres Gemelas.
Es increíble pero cierto que en tiempos de guerra te pagan por matar seres humanos y hasta la sociedad te reconoce como héroe si matas muchos, pero en tiempos de paz esto se define como un acto criminal incluso si es un gobierno quien ejecuta. En este punto es muy importante recordar que los Estados Unidos e Israel son los mayores terroristas del mundo. Aún así no es para nada justificable la matanza ocurrida en ese país hace 22 años. Esto muestra la hipocresía del ser humano respecto a la vida. En este punto debemos ser muy claros: la responsabilidad de proteger no genera un nuevo mecanismo de intervención o coerción, por eso es muy importante con seriedad y responsabilidad el compromiso unánime de los líderes globales para respaldar de manera prioritario la paz y la protección de la vida de todos los seres humanos y condenar con rotundidad los genocidios de Rwanda y Srebrenica.
Creo que ya tenemos demasiados muertos cada día en el planeta. Lo podemos ver en la estadística de la tasa más alta de mortalidad infantil. Es impresionante la cantidad de infantes que mueren antes de llegar al año de vida, por cada 1.000 nacidos vivos, en un año determinado.
Los actos de guerra o de terrorismo desafían el marco de los derechos humanos casi hasta el punto del colapso. Es difícil ver cualquier espacio para ellos cuando la vida humana es objeto de ataques deliberados, o cuando se ve como “daño colateral” en el curso de campañas de bombardeos masivos, que, de forma directa o indirecta llevan a la enfermedad, el sufrimiento, la destrucción de casas y la muerte. En tiempos de guerra, en particular en las guerras que duran años, todos los derechos humanos son afectados negativamente. Los sistemas de salud y de educación sufren y también la vivienda, el trabajo, los suministros de alimentos y agua, el sistema judicial, la libertad de prensa y la libertad de expresión, la rendición de cuentas por los abusos del estado, o por el estado “enemigo”, todos los derechos humanos sufren restricciones o desaparecen por completo. Independientemente de lo pobres que fuesen las protecciones en tiempos de paz, los derechos de los niños, las mujeres, los grupos minoritarios y los refugiados serán aún más pobres casi con toda seguridad en tiempos de guerra, por eso condenamos todo tipo de terrorismo, religioso, político o de Estado.